La visión en el ámbito gestor se define como las metas que deseamos alcanzar, es el lugar al que deseamos  dirigir nuestras organizaciones.

La dirección estratégica es el rumbo, el camino por el que debemos dirigir una organización de forma que garantice su supervivencia futura, aprovechando todas sus fortalezas para alcanzar los objetivos y metas planteados.

La dirección estratégica se mide y define frecuentemente a través de la misión, visión y valores planteados.

Los planes estratégicos son las diversas formulaciones que elegimos para el logro de los objetivos, metas, etc.

Un gestor sanitario que quiera dirigir con éxito su organización debe tener claros estos conceptos.

Es posible que si lo dejamos así muchos pensemos que estamos diciendo algo de perogrullo, que no estamos diciendo nada nuevo que no sepamos.

Todo lo que hacemos, debe estar basado en fundamentos teóricos sobre los que asentar las bases de nuestras organizaciones, divisiones o incluso de nuestras unidades de trabajo.

 Tener una buena dirección estratégica, tener buenos planes estratégicos, obviamente no nos garantizan el éxito, tan solo nos garantizan por tanto el sustento, los cimientos del plan de acción y la argamasa de algo fundamental,  la cultura organizativa.

No, esto no nos garantiza ningún éxito si no desarrollamos, si no somos capaces de mirar a través de los ojos de la organización, si no somos capaces de desarrollar una visión operativa.

Por tanto, nos gustaría dar una definición más, la definición de visión operativa.

La visión operativa sería la cuantificación y la medición de la visión estratégica, de la dirección y de los planes, por tanto debe constituirse y convertirse en «la vida ordinaria» de la empresa, lo ejecutivo, lo esencial del desempeño de todos los integrantes de las organizaciones.

¿Y que sucede habitualmente?

Que desarrollamos planes, generamos planes y más planes, unos con mejor sustentación, otros que salen sin un correcto análisis DAFO, y las debilidades y las amenazas engullen cualquier intento de llevarlos al la práctica.321_maior

No contemplar debilidades tan sencillas como los propios egos y los propios intereses de las personas afectas a las citadas estrategias, abocan a los planes al ostracismo y fracaso.

No contemplar hechos fundamentales como los recursos necesarios para la puesta en acción conducen a los planes a ser bonitos documentos con los que rellenar las estanterías del gestor sanitario del que se trate.

La visión operativa deben ser las metas reales, ese camino que día a día recorremos de manera natural incorporado a la actividad de nuestro día a día.

La visión operativa, es lo que está fuera del papel y fuera de las estanterías que contienen los libros de la planificación y dirección estratégica.

Es posible que si logramos desarrollar este concepto, logremos incorporar lo planificado al trabajo de campo y comencemos  a tener reuniones operativas, cortas o largas, pero reales.

Es posible que entonces todos comencemos a aportar sin miedo y abandonando muchos de los principios y consejos que leemos en uno de nuestros libros de cabecera, «El arte de la Guerra».

También es posible que asistamos a los congresos, jornadas y reuniones del sector y dejemos de escuchar  planes y planes y planes (podemos repetir esta palabra cuantas veces queramos ¿verdad?) pero ninguno de los ponentes (frecuentemente con muchos galones) de estos planes nos ofrecen una visión real de lo operativo, tan solo datos proyectados y posibilidades que no hace más que hacernos pensar en nuestras butacas que estamos soñando, y los sueños… Sueños son.

Pasemos a la acción, pasemos a la parte operativa contando fundamentalmente con las personas con son el secreto del éxito de organizaciones donde el servicio lo ofrecen estas.

GESTION DE ENFERMERIA