carnaval noviembre   Se que llego tarde para este #carnavalsalud pero espero que @manyez, @ChemaCepeda y @monicamoro me disculpen y también todos los demás, últimamente parece que llego tarde a casi todo.

Yo no me considero un experto en este tema, admiro todas las entradas que todos habeís escrito , se que no podría escribir de esa forma, pero quiero compartir dos o tres pequeñas y resumidas experiencias.

Parece que cuando afirmas que te gusta tu profesión y afirmas que te apasionan aspectos mucho más allá de los puramente asistenciales perdemos la esencia de lo que somos, en este caso enfermero.

Y es algo que se te mete en el cuerpo y jamás te abandonará hasta el final.

Ninguno de nosotros estamos preparados para morir, todos de una forma u otra negamos la existencia de la muerte, nos centramos en las batallas diarias, en el fragor de las vueltas que periodicamente y cada 24 horas da el mundo. es por ello que este tema se vuelve tan interesante.

¿Qué es el derecho a bien morir? realmente no lo se, no tengo la menor idea, tengo conceptos e imagenes en mi cabeza de lo que quiero y no quiero que pase en mis últimos días.

Por ello voy a hablaros de recuerdos y sentimientos.

Recuerdo al primer paciente que murió estando yo presente, de eso ya hace unos veinte años, recuerdo que era una tarde del mes de mayo en el primer hospital que recorrí armado de zuecos y mucha ilusión.

Era un hombre de  33 años, el cual en aquel momento me parecía algo mayor, ahora que he superado con creces esa edad me doy más cuenta de todo lo que le quedó por vivir._CARNAVAL SALUD SELLO blogs

Este hombre era un toxicomano con una vida no demasiado ejemplarizante ya que había tenido  entradas y salidas de la carcel por determinados motivos.

Llevaba ya algunos días donde su vela se apagaba, apenas comia y su cuerpo era un auténtico atlas de anatomia ya que podías ver perfectamente todos y cada uno de los huesos de su cuerpo.

Ya no hablaba, solo miraba, nos miraba para hablar con ella, para pedirnos compañia y consuelo.

Aquella tarde yo llegue a mi turno aún de alumno en prácticas un poco más allá de lo que hubiera debido dado que primero fuí a «cumplir» con mi entrenamiento de atletismo………El campeonato más importante de la temporada se acercaba………eso era básico y primordial……….. Que equivocado estaba, fui al campeonato, no me acuerdo donde fue pero si que recuerdo aquel hombre que murió al poco de llegar al hospital.

Recuerdo, a todas las compañeras que estaban conmigo en la habitación, estuvimos varios minutos todos en silencio mirando a aquel hombre y el nos miraba con el mismo silencio hasta que el silencio también se apagó.

No se que es el derecho a bien morir, pero creo que aquel hombre, aquel joven murió bien, murió con la compañia de las enfermeras, con todos los sentimientos que iban más allá de lo profesional,  con los que llevabamos la «L» de Ruth y Miguel y con los que no la llevaban, bueno, creo que miento el mundo de despedir a un ser humano siempre nos tiene con la «L» puesta.

Mi segundo recuerdo que quiero compartir, ya sucedió en mi otra ciudad del alma.

Era tambíen un hombre de entorno a los 30 no lo recuerdo muy bien, eso no lo recuerdo muy bien.

Si que recuerdo, como nos decía a todos mis compañeros y a mi mismo cuando nos sentabamos con él el tiempo que podíamos «Que caro voy a pagar mis errores». Aquel «chico» (podría dar su nombre y apellidos todavía no los he olvidado a pesar de que de esto ya pasó más una decada) sabía que se moría, lo sabiamos todos. Efectivamente el precio siempre es alto.

Recuerdo que tenia programada una boda, su propia boda, una boda que ya nadie confiaba que se iba a celebrar. Su familia y lavirgen de la concha que hoy será su viuda se encargó de que si se produjera esa boda ( a pesar de la oposición eclesial todo sea dicho), con todos los enfermeros y enfermeras que allí estabamos como testigos de aquel feliz y trágico momento.

Recuerdo el turno de noche de un día más de trabajo para mi, un día de vida menos para él, en el que celebramos su despedida de soltero (Eso también es eficiencia enfermera, esto también son estandares de calidad y tiempos enfermeros aunque nadie nos los mida…… porque los sentimientos no pueden medirse, solo sentirse). Recuerdo que reimos mucho, reimos y no lamentamos, solo bromeamos con aquella fiesta improvisada de despedida de soltero  aunque no tuviera un showgirl, el fue feliz tenia junto a él a su padre y sus queridas enfermeras.

Recuerdo que el día que se casó todo fue un poco precipitado, la vida se le escapaba pero le dió tiempo a sellar su amor y a morir unas horas más tarde.  No se que es el derecho a bien morir, pero aquél hombre murió bien…..y tuvimos algún tiempo después el regalo de su boda, el de su despedida…….

Mi tercer recuerdo me lleva al 5 de enero de un hombre fuerte, de un hombre muy serio, a veces un poquito hasta dictatorial……..pero un compañero, porque a pesar del fragor de la batalla diaria y de las miles de discusiones diarias que pudieramos tener con él, eramos sus compañeros primero y al final su mejor compañia junto a la de su familia.

virgen de la saludRecuerdo como fué después de aquel 5 de enero y los dos escasos años que le costó recorrer aquel duro camino. Recuerdo cada vez que iba ya como paciente a contarnos como iba dejando en orden todos y cada uno de los aspectos de su vida. El tenía una familia que le quería y unos hijos que le adoraban, pero recurria a «sus enfermeras» para su tratamiento físico y también para la paz interior que alcazaba cuando nos iba contando las últimas páginas de su libro. Recuerdo como se fue apagando en aquella habitación.

No se muy bien lo que es el derecho a bien morir, pero aquel hombre murió bien.

Son tres historias de las que podría contar más vivencias, vivencias enfermeras, vivencias de de enfermero, de los sentimientos de un enfermero más.

Prometo no olvidarlos, ellos han contribuido a ser lo que soy por mucha gestión que estudie, practique o entradas escriba, porque soy enfermero con recuerdos y sentimientos.

………….y mañana una nueva entrada.

ALBERTO GONZALEZwww.alberto-gonzalez.com