La percepción es fuerte
y la vista débil.
Miyamoto Musashi.

Parece sorprendente pero al analizar hacia donde dirigen su mirada los mandos intermedios de la enfermería, llama la atención como los aspectos dirigidos a la investigación, son los que menos interés despiertan sobre este sector de la gestión enfermera.
De hecho el desarrollo de estas competencias investigadoras son a las que menor importancia se le da, siendo por tanto una de las necesidades sentidas menos apreciables en este colectivo de la enfermería.
Es un dato realmente relevante, por la influencia que estos miembros de la enfermería ejercen sobre el resto del colectivo.
Diversas investigaciones afirman, que los supervisores de la enfermería ocupan un lugar crítico dentro dentro del organigrama de la organización, dado que la posición, opinión y actitud que estos mantengan, ejercerá una influencia determinante para el éxito o fracaso de gran parte de las estrategias que se quieran implementar.
No se si todos estaremos de acuerdo, en que esto debe cambiar, la investigación es una parte fundamental del desarrollo de cualquier profesión y el lugar en el que se encuentra el supervisor de enfermería, resulta clave para investigar por un lado la investigación en cuidados y por otro, la investigación organizativa y de gestión de personas

Planificación

Como de otros aspectos del desarrollo profesional de la enfermería y en especial de los mandos intermedios, todo pasa por la adquisición de competencias sobre planificación en gestión, sobre planificación estratégica y sobre el desarrollo de objetivos.
Ninguno de estos aspectos enunciado debe quedar al azar, esto no es factible en una organización sanitaria con orientación al liderazgo social y a la prestación de servicios de calidad.
La planificación estratégica es un proceso mediante el cual la organización y sus miembros miran al futuro, planifican los pasos necesarios a través de la consecución de objetivos intermedios y finales.
Por tanto, se trata de desarrollar una visión, necesariamente compartida por todos los miembros de la organización, a ser posible, si queremos garantizar el éxito y liderazgo como decimos.
Motivo por el cual, los mandos intermedios de la enfermería deben conocer todos los secretos del proceso de planificación estratégica y ser los abanderados del mismo además del desarrollo de la visión que va implícita en este proceso y de los objetivos necesarios.
Solo si los supervisores de la enfermería participan y comparten esta visión de futuro, la organización podrá garantizar la consecución de la misma.
Solo cuando una organización comparte una visión, un camino a seguir, garantiza que las cosas se hagan bien.
El proceso de planificación estratégica incluye el conocimiento sobre las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas de la organización y los equipos de trabajo que la conforman.

¿Hay alguien más adecuado que los mandos intermedios enfermeros para conocer este aspecto?. Creemos que no.
Con el desarrollo de objetivos estratégicos se realizan los planes de acción, lo ejecutivo, lo que llega al paciente.

Y todo esto no se realizará bien, si no se tiene en cuenta la visión y opinión de todas las personas implicadas en el proceso.

Estratégia, táctica y objetivos

Eso si, la opinión del proceso no se recoge invitando a un miembro del equipo a una reunión de la alta dirección y que esta ponga un cartel contando la temática de la reunión, eso es otra cosa, no nos confundamos.
La planificación estratégica y táctica incluye la medición de resultados, para observar la desviación de lo planificado, respecto a los los logros reales y por supuesto, con la etapa de evaluación posterior.
Este aspecto ya de por si hace necesario, conocimientos sobre investigación y no quiere decir que todos debamos ser investigadores, tan solo que todos debemos conocer los principios de aplicación necesarios.
En todas las organizaciones sanitarias, se incluye la potenciación de la investigación como una de las lineas estratégicas. No tendrá éxito si no se involucra a todos los miembros clave.
El aspecto del liderazgo, el estilo y el perfil de los líderes enfermeros resultan fundamentales. Solo a través de potenciar la libertad y la autonomía de los miembros de los equipos de enfermería, se logra conocer los problemas de cuidados, que son el primer paso del proceso investigador. A partir de aquí el mando intermedio, el supervisor, debe ser el encargado de tirar de este “hilo” investigador para transitar por el camino de la resolución.
No mencionamos, que la manifestación de un problema, no es una debilidad (real) en el trabajo de nadie, que ningún miembro, ni siquiera los mandos intermedios, debe sentir y por tanto ocultar. Esto lo decimos en la apreciación que algunas veces tenemos sobre los problemas que los mandos intermedios tienen en el desarrollo de su labor, se oculta como debilidad, en lugar de ser un proceso a investigar, evaluar y resolver. No vale, como explicitación del problema, el disolver la culpa del problema al nivel de la organización.
La investigación enfermera debe ser un objetivo en la planificación estratégica, en la agenda de trabajo de todos los mandos intermedios debieran figurar lineas de investigación en cuidados, de los problemas y preocupaciones de las enfermeras.
Es cierto que los recursos de los que se disponen, son escasos, pero la planificación y la investigación deben llevarnos a la mejor utilización y aplicación de los mismos.