La planificación es una de las partes fundamentales en el desarrollo de cualquier estrategia o en cualquier proceso de formulación estratégica. Del resultado de un buen proceso de planificación, lograremos el establecimiento de estrategias adecuadas a nuestro entorno y a las posibilidades de éxito de nuestra organización.
Planificación estratégica
Como hemos enunciado anteriormente, la planificación estratégica es el proceso en el que desarrollamos los objetivos a corto, medio y largo plazo.
A la hora de diseñar un proceso de planificación estratégica, debemos conocer que esta está contenida en tres niveles:
El plan estratégico. Este sirve para identificar los componentes básicos en los que debemos desgranar la estrategia, los nodos críticos, las dificultades, los actores, las principales dificultades y las fortalezas en las que nos debemos apoyar a la hora de comenzar el proceso de planificación.
Además el plan estratégico debe servirnos para detallar el rumbo de la organización, trazar las actividades clave que nos hagan dirigirnos en la dirección adecuada para alcanzar la visión que habremos establecido para nuestra organización.
El plan de negocios. Es la parte de la planificación que se encarga de asegurar la financiación de cada uno de los puntos del proceso.
Este debe contener de manera detallada todo aquello que queremos conseguir. Así en el caso de las organizaciones sanitarias, a pesar de que lo que queremos conseguir es la salud de la población, para determinarlo, debemos detallar como lo vamos a realizar dado que la salud como plan de negocios nos devolvería al metaparadigma de las organizaciones sanitarias.
También, debemos detallar la viabilidad para realizar todo lo que pretendemos, así como los recursos que vamos a necesitar y por su puesto de que forma lo vamos a financiar y una parte fundamental asimismo, reside en la viabilidad a largo plazo de todo lo que pretendemos realizar.
El plan operativo. Recoge los resultados específicos que deben lograrse dentro de un periodo dado. Debe ser representado a través de un documento en el cual los responsables establecen los objetivos, el tiempo y los pasos de forma clara a seguir.
Esta parte de la planificación por lo general se realiza con horizonte a un un año.
Por tanto, este plan es contenido en un documento donde por escrito se explicitan los pasos a seguir, las acciones y quienes deben realizarse y en que momentos.
Modelo de integración
Consiste en dividir la planificación en dos partes. De esta forma, por un lado y considerada como un proceso, establecemos los objetivos de la organización y definimos los procedimientos adecuados para su consecución.
Por otra parte si consideramos la planificación como un instrumento, este va a constituir el marco conceptual básico que debemos utilizar para orientar cada uno de los pasos que nos van a guiar para la consecución de la misión de nuestra organización.
Fases de la planificación estratégica integrada
A la hora de desarrollar un modelo o marco estratégico integrado debemos considerar:
El marco conceptual. Que constituye el soporte en el que se sustentarán cada una de las acciones que más adelante vayamos a realizar. Mediante la definición de este marco además, lograremos que cada una de esas acciones esté perfectamente orientada a nuestro fin.
El análisis. De todo el entorno que rodea a nuestra organización. En este momento se deben considerar todas las fortalezas, amenazas, debidades y oportunidades que nuestra organización posee.
Programación. En esta fase, es donde debemos determinar y plasmar todas las actividades, momentos, personas intervinientes y duración.
Ejecución. Es la fase en el que se desarrollan las actividades programadas conforme a lo establecido.
Evaluación. Consiste en el momento de determinar, qué es lo que hemos logrado, con que eficiencia y con que gasto de recursos para poder implentar vias de mejora si existen desviaciones.
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