Los últimos días de Junio siempre vienen marcados por un ambiente festivo para los que transitamos por tierras de Castilla y León. Pasamos del San Juan leones al San pedro Zamorano.
Esto sumado al calor que nuestros amigos de la cuenca mediterranea tanto echan en falta cuando transitan por esta zona, es un fin de semana que invita poco a reflexionar sobre profesiones sanitarias por la tentación de sucumbir a otros menesteres.
Esta ha sido una semana cargadita de emociones que van de las muy tristes por el fallecimiento del niño enfermo de difteria hasta los nombramientos de nuevos cargos políticos y de gestión sanitaria que hemos sabido estos días y algunos más que conoceremos los próximos días y que nos devolverán a todos la sonrisa de la esperanza acerca de nuestro lema sobre:
«Otra manera de hacer es posible»
A los nuevos integrantes de la alta gestión de las instituciones sanitarias que son públicos y a los que como decíamos anteriormente se harán públicos los próximos días nos gustaría humildemente hacerles una petición:
Que trabajen para que la no vacunación cuando la eficacia ha sido demostrada, sea considerada un delito contra la Salud Pública
Y de esta forma tratar de evitar la pena que todos tenemos por actos irracionales y fomentados desde distintos grupos.
Feria del ajo de Zamora
Uno de nuestros temas favoritos siempre es el tema de la marca personal, del personal branding.
Sabemos que no es un interés compartido y sabemos y conocemos quienes tienen pensamientos y argumentos contrarios a nuestras tésis.
Pero no hay que desdeñar la importancia que tiene la imagen que transmitimos los profesionales sanitarios y lo que es más importante, la imagen que transmiten nuestras instituciones sanitarias.
Por la propia conformación y configuración de las instituciones sanitarias y hasta que alguien decida empezar a cambiar los tradicionales equilibrios, debemos partir de un hecho y es la frecuente y gran influencia que tiene la marca de la organización (hospital, centro de salud…) sobre la marca personal de cada uno de los miembros integrantes de estas organizaciones.
Si hacemos un poco de historia tendríamos que decir que la marca personal es un concepto que nace de la mano de Tom Peters los últimos años del siglo XX y principios del XXI.
Peters en sus trabajos comienza a construir la idea de desarrollo personal llevándolo a la consideración de las personas y su imagen como un sello único e inequívoco de la misma forma que las empresas lo constituyen.
Una marca personal consiste en descubrir certezas y particularidades de uno mismo y transmitirlas a los otros
Daniel Schawbel
El paso del tiempo convierten al personal branding en un eje central de todas y cada una de las personas y el desarrollo de su carrera profesional.
Ya no es suficiente con establecer una carrera profesional, además es necesarío establecer elementos en nuestra carrera profesional que se conviertan en únicos y diferenciados de los demás.
La marca personal, no es una carrera por hacer cosas que no ha hecho nadie, por ser unos «alternativos», «frikis» o «modernos».
La marca personal es una carrera por establecer elementos únicos que nos aporten valor a las personas y en su desarrollo a los demás.
La marca personal es el desarrollo de caminos diferentes a las autopistas de desarrollo profesional colapsadas.
Si transitamos por caminos menos frecuentados y nos desarrollamos de forma potente a lo largo de él, conseguiremos dos cosas vitales:
El éxito personal en el plano profesional.
Un mayor valor añadido en este caso para los usuarios de nuestro sistema sanitario.
La marca personal, de los gestores sanitarios (mandos intermedios…) empieza a construirse por muchos lugares desde los carteles que ponemos en los pasillos de nuestras unidades hasta por la forma de recibir a los pacientes y sus familiares cuando demandan nuestra presencia pasando por la forma de comportarnos con las empresas proveedoras de servicios externos.
Todos somos dueños de nuestra imagen y su construcción, todos somos dueños de los pasos que vamos dando los que nos llevan a situaciones de éxito y los que nos conducen al inexorable fracaso.
¿Qué sucede cuando nuestro estilo de gestión y dirección de una institución sanitaria no trabaja bajo el enfoque de las personas y el desarrollo de ese talento individual puesto al servicio de la empresa?
Sucede que la institución sanitaria la dirigimos como una marca blanca y convertimos a los profesionales que la conforman en una marca blanca.
¿Nos podemos permitir organizaciones sanitarias que se comporten como una marca blanca?
Indudablemente no.
Una organización sanitaria que se comporte como una marca blanca será una organización que no apueste por la calidad de la atención, que apueste por las lineas de gestión continuistas e inmóviles.
Estas organizaciones son… más baratas…. y perfectamente sustuibles por otras de más alto rendimiento y que apuestan por el valor de las personas y la calidad de los resultados.
¿Nos podemos permitir profesionales sanitarios de marca blanca? ¿nos podemos permitir profesionales sanitarios homogéneos, todos iguales?
No, indudablemente no.
No nos podemos permitir profesionales sanitarios homogeneos y de fácil sustitución porque aunque salarialmente las remuneraciones del personal sanitario es discutible, lo que es indiscutible es que no serán baratos si no aportan valor a la salud y al cuidado de las personas.
Una última pregunta que nos podemos hacer es:
¿Las organizaciones sanitarias que se rigen como una marca blanca pueden convertir la marca personal de los profesionales en una marca blanca?
Indudablemente si.
Una organización de marca blanca lucha por la homogeneidad de actuación, por hacer prevalecer lo normativo, la inflexibilidad de actuación, lo que traducido a las personas será el resultado de que ningún profesional se diferencie, todos hagan lo mismo, todos consiguen lo mismo, nadie destaca, todos conservamos nuestro estatus.
Una organización de marca blanca, no trabajará en el desarrollo del talento y por tanto acortará el crecimiento de las personas y por ende de la organización.
¿Y por tanto, para diferenciar nuestra organización de una marca blanca por dónde conducirnos?
Una respuesta sencilla si seguimos algunas de las ideas que nos da Andrés Pérez Ortega como decía anteriormente en su teoría de las «tres es» traída a las organizaciones sanitarias.
Esto pasa por potenciar a:
Los profesionales estrellas, aquellos que tienen una visión especial, un talento especial, los empoderamos y diferenciamos.
Los profesionales especiales: aquellos de cuya aportación no podemos prescindir en el camino del éxito organizacional.
Los profesionales espaciales: aquellos cuya aportación tiene que ser continua en tiempo y espacio dado que su alejamiento de la organización produce que toda la estructura macro-meso-micro se resienta.
La diferencia entre lo que eres y lo que quieres ser es lo que haces
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