Una vez identificados los conceptos de poder y autoridad, es necesario identificar las fuentes en las que reside el poder.

Bien es verdad, que resulta oportuno no olvidar, que para ostentar el poder no es necesario ocupar una posición dominante en la organización, aunque en este concepto tendremos que profundizar más adelante.

John French y Bertram Raven el la década de los 50, trabajaron sobre un modelo en el que trababan de explicar las relaciones de poder que se establecen en los distintos grupos.

Poder de recompensa. 

Se fundamenta en criterios de oportunidad y ecuanimidad a la hora de asignar las responsabilidades  a las distintas personas de un grupo u organización, dirigiendo a estas al logro de los objetivos fijados. Cuando pensamos en recompensas, no tenemos que pensar únicamente en términos monetarios. Así, son recompensas tan útiles como peligrosas recompensas como los ascensos laborales si la recompensa no contempla la competencia. También son consideradas recompensas, las oportunidades, alternativas laborales y flexibilidad en la realización de la tarea.

No conviene olvidar, que cuando los demás esperan alcanzar una recompensa, la probabilidad de que se realice la tarea, aumenta.

El problema reside en que el poder basado en la recompensa es frágil en el entorno sanitario. El mando intermedio de la enfermero, no suelen tener el control sobre cada recompensa que resultaría adecuada a las características de su grupos, incluidas los ascensos y los criterios para otorgarlos. Además, cuando las recompensas están por debajo de las expectativas pueden generar un efecto contrario sobre el rendimiento de las personas y además, el poder se debilita comenzando a ser cuestionado.

Poder coercitivo

Proviene de la creencia que la persona  puede castigar a otra persona si deja de cumplir sus compromisos.

En si, este estilo de poder puede resultar problemático si lo que se busca realmente es incrementar el rendimiento de las personas por el efecto que causa sobre la satisfacción.

Así, las amenazas y los castigos son las formas más usuales de ejercer el poder coercitivo. 

Aún cuando, el último recurso puede ser el ejercicio del poder coercitivo, debe ser fruto de una profunda reflexión y consideradas las consecuencias dado el efecto que ejercerá sobre el resto de las personas del grupo.

Poder legítimo

Proviene del reconocimiento que una persona o grupo de personas otorgan a otro dado el elevado nivel de influencia que este ejerce.

Raramente, en las organizaciones sanitarias suelen darse casos de poder legítimo. Este tipo de poder, sin embargo, puede ser tan impredecible como inestable dado, que ante las dificultades el poder puede desaparecer por completo si los motivos que generan la influencia sobre las personas desaparecen. Viene a significar que este poder, tiene una alta dependencia de la influencia que las personas son capaces de ejercer.

Además, este poder viene a ser limitativo ya que se circunscribe a las áreas que los demás confían que se controlan o dominan.

Poder experto

Es el estilo de poder más comprometido en las organizaciones sanitarias en las divisiones enfermeras dado que actualmente, no se realiza una evaluación del desempeño ni una medición de competencias.

El poder directivo basado en este entorno, tiene que estar basado intrínsecamente en conocimientos específicos o capacidades  relevantes para el puesto ocupado.

Así, el poder experto se manifiesta mediante el conocimiento o una elevada habilidad. A diferencia del poder formal, el poder basado en el conocimiento no es accesible a todas las personas.

Construir un área de expertez no es sencillo. Distintas investigaciones  han demostrado que pueden ser necesarias hasta 10.000 horas de práctica y desarrollo de conocimientos para poder ser realmente considerado experto.

Poder referente

Tener referentes es sinónimo de relaciones emocionales o intelectuales. Este poder se convierte en un valioso arma para la gestora enfermera dado, que el comportamiento de las personas referentes suele ser replicado por el resto del grupo.

En si, el poder referente es una alta responsabilidad debido a que frecuentemente no hay que hacer nada especial para conseguirlo. Además, no se sinónimo de ostentar una elevada experiencia en un campo. A veces, tan solo se basa en la popularidad.