Mañana se celebra el Día Internacional de la Enfermería, tal y como anunciamos el viernes, vamos a tratar de aportar nuestro pequeño granito de arena que se sume al iniciado por @soyenfermera y su iniciativa de este fin de semana #enfermeria20, añadidas a la de @andonicarrion y @miguel_garvi que nos han revolucionado a todos las últimas semanas.
Si unimos dos palabras, enfermera y gestión, nos surge una pregunta con muchas interrogantes:
¿son verdaderamente visibles las enfermeras gestoras?
Supongo que no es sencillo contestar la pregunta, o al menos es complicado y delicado decir que no, las enfermeras gestoras ni son visibles, ni tampoco ocupan ese lugar del que todos hablamos tanto:
El lugar donde se toman las decisiones.
Pues si, pensamos que ni somos visibles ni tampoco estamos en ese lugar, de hecho nosotros nos preguntamos si existe, dado que no lo hemos visto, ahora también es verdad que es posible que esté en un lugar tan lejano a las enfermeras que no lo vayamos a ver nunca.
Pero más allá de está visión derrotista vamos a tratar de analizar algunas posibles causas.
Pensamos que todo análisis debe comenzar por preguntarnos ¿seré yo el problema? ¿tendremos las enfermeras y enfermeros alguna culpa?
Pues alguna tendremos, al hilo de la reflexión de hace un par de semanas en nuestra entrada «se me cae el lápiz«, cuando varias personas sostienen esto, es que algo vieron, también es posible que tengan una visión sesgada de la enfermería o que hablen sin conocimiento de lo que dicen, pero creemos que un buen aprendizaje comienza con una buena reflexión y comenzar aceptando una parte de la culpa.
Y por qué decimos esto, porque en ocasiones las enfermeras, las enfermeras gestoras, sean mandos intermedios sean miembros de los equipos de alta dirección, no hacemos las cosas bien.
Si en este caso los mandos intermedios hiciéramos las cosas bien no escucharíamos cosas como un tweet que surgió ayer cuando comunicamos nuestra intención.
Por algo lo dirá ¿no?
Supongo que muchos de los que ocupen el puesto de mando intermedio no se sentirán reflejados en el tweet y pensarán que ellos trabajan mucho para intentar mejorar sus unidades, pues volvamos a repetirnos:
Por algo lo dirá ¿no?
Pues empecemos por revertir este tipo de comentarios y comencemos a ser valorados en primer lugar por nuestros compañeros, por nuestros miembros de equipo y de división enfermera.
Tomando decisiones con criterio y responsabilidad.
Por la parte de la alta dirección de nuestros centros, tomando decisiones comprensibles y cercanas. Comprensibles que todo el mundo entienda aunque no comparta, comenzando por la propia conformación de ese equipo, en el que la presencia de muchos de nosotros no es entendida (me incluyo) y terminando por los criterios que afectan a las decisiones del día a día de la práctica asistencial.
Cercanas, referido a mantener una presencia activa, a ser reconocidos y evitar que en un pasillo alguien pregunte:
-¿Quién es esa?
-Una de las de arriba.(respuesta con suerte)
Por parte de los mandos intermedios, huir de ser calificados como en el tweet, ser reconocidos como lideres del grupo haciendo entender que la supervisora no tiene que ser la que más sabe de “esa determinada patología”, que tiene que ser la que dedica su jornada laboral a buscar alternativas que favorezcan un buen clima laboral, un buen caldo de cultivo para que la enfermera asistencial realice sus cuidados, a representar a la alta dirección y a su grupo de trabajo haciendo honor a la denominación “mando intermedio”, en definitiva a liderar, siendo trasparente en todo lo que hacemos «detrás de la mesa», revisando nuestras acciones y mirando si aportan valor o son, como dirían los japoneses en el Just In Time, tan solo «muda».
Una vez hecho este ejercicio, que nos parece fundamental dado que si la base no la tenemos bien cimentada no podemos aspirar a levantar un buen edificio, vamos a dar alguna razón por la que la enfermera debe estar en ese lugar al que nos referíamos al comienzo de la entrada.
¿Qué puede aportar la enfermera a las políticas de salud?Lo mismo que los demás y una serie de cosas muy sencillas, la visión necesaria, la cercanía al paciente, imprescindible, y una alternativa al «siempre se hizo asi».
Conocer de primera mano lo que siente, quiere y necesitan nuestros usuarios.
Y por tanto la que mejor conoce cuál es el tipo de producto y servicio que debe ser el resultante de nuestro trabajo diario.
Por otra parte y más allá de títulos y denominaciones, la enfermería debe trabajar en la clarificación de su desempeño.
Digo más allá de los títulos y denominaciones porque creemos que es la única profesión en el mundo que sigue peleando por su denominación, enterémonos todos, somos (y vuelvo a utilizar mayúsculas) ENFERMERAS y hacemos lo que hacemos, CUIDAR.
A partir de aquí, cada uno tenemos nuestro propio curriculum y formación que nos faculta y hace competente para desarrollar determinados puestos o así debiera de ser, ya sean éstos como investigadores, docentes, asistenciales o gestores.
Los Grados, las licenciaturas, master, doctorados, no te hacen un ser diferente ni superior, pero sí que es la única vía objetiva que a priorí nos da indicios de las competencias de las personas, y entre las enfermeras existe un número elevado de gente con este perfil y si no lo creéis pasaros por Sevilla a final de mes y podréis conocer unas cuantas enfermeras de este perfil.
Por otra parte y buscando una explicación a la ausencia de alguna enfermera en el «Olimpo de las decisiones», hay quien podría pensar que es algo sexista, y no vamos a decir que no, en el pasado puede que fuera así, en el momento actual de aquello hemos pasado a algo gremial y de castas lo cual nos parece mucho peor. Ejemplifiquemos:
¿Qué es lo que hace a un médico un candidato idóneo o único candidato a la dirección de de una UGC? pensamos que únicamente su titulo de médico ya que si esto no fuera así, no se cerraría tanto la puerta (el maquillaje no sirve como apertura de posiblidades) a las enfermeras y más porque tradicionalmente un médico es médico. Pero la enfermera a menudo es enfermera, y licenciada en… y master en… y doctora en…
Si no habláramos de castas y habláramos de competencias buscaríamos a personas competentes en la gestión de los números, el la gestión de las personas y en la capacidad de liderazgo, si y también en la capacidad de autocrítica (basta mirar un poco para comprobar que eso también es así) alejada de corporativismo absurdo.
Tampoco sirve de excusa el argumento que desde algunos foros se esgrime de «ansia de poder», no es ansia, es visión y capacidad de hacer las cosas de una manera diferente a la que se viene haciendo y que no ha solucionado el tema, y el tema son los pacientes y sus necesidades actuales y futuras.
Ahora me parece oportuno nombrar a un compañero de «allí», médico para más señas y al que da gusto oír hablar (espero que no te enfades por sacar aquí tus palabras, es otro ejemplo de que los buenos gestores, se les reconoce más allá de su profesión base), cuando el otro día decía que no precisamente nuestros hospitales deben ser organizados por especialidades médicas y que en ocasiones puede ser más propio hacerlo por niveles de cuidado o necesidades. No está equivocado ¿verdad?, es posible que si hubiese más enfermeras tomando decisiones importantes, este enfoque no nos resultaría tan raro.
Como esta entrada tiene que terminar (porque sigue habiendo muchos argumentos), solo repetir algo que ya contamos, el famoso y debatido consejo:
«cuando estés allí no milites de enfermero».
«Allí» es un lugar lleno de médicos, gestores y muy, muy pocas enfermeras. En «Allí» hay gente con mucho talento, médicos, gestores…. con los que a la mayoría no importaría trabajar en sus equipos y de los que apetece compartir y debatir, sí, también hay gente con mucho maquillaje gestor, cuya preocupación es otra.
Ojalá el futuro sea diferente, trabajemos por ello.
Para terminar voy a reconocer un «pecadillo», este articulo es la versión 2.
[…] Las enfermeras gestoras son visibles ¿verdad?- por Gestión de Enfermería […]
[…] desde Gestión de enfermería, y su rincón de gestión enfermera entendible, reflexionan sobre si “Las enfermeras Gestoras son visibles” y es una muy recomendable lectura, como […]
Lamentablemente tengo que reconocer que estoy completamente de acuerdo con la no-militancia… en muchas ocasiones provoca rechazo ir de «abanderada de las enfermeras». Una compañera con una larguísima experiencia gestora, ex directora de muchos hospitales y que lleva luchando muchos años por visibilizar la profesión, una vez me recriminó que yo utilizara el genérico masculino para referirme a la profesión. Me explicó sus años peleando para que la enfermería fuera lo que es ahora y lo que se habían desgastado para conseguirlo. Sin embargo, mi respuesta fue y sigue siendo que su aportación ha sido determinante para consolidar nuestra situación, pero que ahora hay que pasar al siguiente nivel, sin banderas, sin revoluciones, siendo sencillamente uno más dentro del grupo de gestión, alguien que opina desde un marco conceptual bien definido y suficientemente fundamentado y al que sólo diferenciarías del resto de profesionales por la perspectiva que aporta y, si acaso, por el color de la línea de su bata.
Uno más.