Esta semana que ha terminado en el sistema sanitario es una semana muy especial, es época en la que todos los profesionales apuran sus últimos días libres, lo que produce una cadena de contratos de todo tipo.
No vamos a entrar en cómo se realizan estos contratos, si favorecen la integración del personal etc., ya que pensamos que entraríamos en la muchas veces citada iniciativa con LdeEnfermera, lugar donde se ha debatido largo y tendido y donde esperamos que se siga produciendo el debate.
Queremos esta semana mirar a los mecanismos por los que se reparten estas contrataciones y los efectos que producen en nuestras instituciones sanitarias, y para ello nos gustaría hacerlo en un tono más cercano y coloquial para no resultar dógmaticos o represores..
Para ser plenamente entendidos y no mal interpretados queremos partir de algunas premisas.
El trabajo es un derecho que viene recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y citamos:
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
El trabajo también es un derecho fundamental recogido en nuestra Constitución en su artículo 35, y volvemos a citar:
Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
Podríamos seguir nombrando normas y declaraciones acerca de este hecho, pero nos desviaríamos del objetivo fundamental.
Con esto creo que ya dejamos claro que el trabajo es un derecho pero:
¿En qué condiciones se desarrolla este derecho en nuestros centros?
Por supuesto que se salvaguardan los derechos de todos los trabajadores que aspiran a una contratación en los centros sanitarios, pero no tenemos claro que el desarrollo de las contrataciones quede correctamente recogido en las bolsas de trabajo, en las que se definen dentro de los procesos selectivos y las que se definen fuera, y nos referimos a las bolsas de contratación, porque al final es la norma por la que se rigen los centros para ejecutar estas contrataciones.
Estas bolsas de contratación aseguran que los contratos de trabajo se otorguen con criterios de igualdad, pero ¿Con esto es suficiente? porque con esto solo logramos la igualdad del derecho al trabajo. ¿qué pasa de lo demás? ¿qué pasa de las garantías de calidad? ¿qué pasa de las obligaciones? ¿estar en posesión de un titulo es criterio suficiente para trabajar en un centro sanitario? ¿Qué pasa entonces con los celadores?, sí, de acuerdo, éstos no son personal sanitario. ¿pero entonces, deben ejecutar determinadas actividades, determinados cuidados, como movilización de los enfermos?
Con esto llegamos al núcleo de la cuestión.
Estar en posesión de un título nos da derecho de acceso, pero no debería darnos más derechos. El resto de los derechos, incluida la firma del contrato, nos la debería dar la demostración de competencias, la capacidad de desarrollarlas.
La firma de los contratos solo debería producirse después de la demostración de estas competencias.
¿Es honesto para los ciudadanos? ¿ es lícito para nuestros usuarios, nuestros pacientes que esto sea así?
Un ejemplo, persona que llega nueva a una unidad de enfermería cualquiera, viene contenta y orgullosa con su contrato «X» bajo el brazo (tristemente un privilegio en esta época).
+ Fulanita….. ¿Has trabajado alguna vez en la unidad?
– Respuesta de Fulanita: No, es mi primer día de trabajo en el hospital, de hecho es la primera vez que voy a trabajar como profesional «Y».
+Fulanita….. mira, no pasa nada, vienes a un grupo de trabajo estupendo que va a colaborar en tu adaptación, además mira, aquí en este dossier tienes todos los procedimientos, tiempos, cronogramas, planes de cuidados y cómo y dónde conseguir el resto de la información…bla,bla,bla (explicaciones de todos los procedimientos de la unidad).
– Respuesta de Fulanita: Es que esto, y aquello y lo de más allá no lo he hecho nunca (competencias muy básicas)
+ Ya, Fulanita, pero yo estoy aquí para asegurar que cada uno de los profesionales desarrollan sus competencias, las que vienen recogidas en la definición del puesto de trabajo, quizás, y no te ofendas, tu trabajo, las competencias básicas de tu trabajo, debes traerlas aprendidas…… y tal y tal…… vale, no hay problema, nos esforzaremos todos un poco más, mira, además debes hacerte responsable del cuidado de tus enfermos y de la conservación, orden y control de esto y aquello.
-Respuesta de Fulanita: ah no, de eso nada ¿ cómo voy a hacerme yo sola responsable del cuidado de los enfermos de la unidad? eso ni te lo pienses y…¿del control de aquello?, vamos, que ni te lo pienses tampoco, mira que si desaparece, seguro que vienes a pedirme responsabilidades……..
+ Ya, Fulanita, si yo te entiendo, pero no debemos tener miedo a asumir responsabilidades; por otra parte todos estamos obligados a la buena gestión de los recursos materiales y eso incluye el control de estos recursos.
– Respuesta de Fulanita mientras sigue recostada en la silla del despacho con el móvil en la mano: mira, ya te he dicho que conmigo no cuentes para eso y también te he dicho que yo sola no voy a responsabilizarme del cuidado de ningún enfermo, si tienes la unidad dividida en zonas es tu problema.
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El fin de la historía de Fulanita es que el sabado 21 Fulanita comenzó su contrato de trabajo.
Estos casos son más frecuentes de lo que parecen, a pesar de que las Fulanitas de turno luego se encargan muy mucho de esconder su incapacidad detrás del grupo.
Si………..
+ Menganita, por favor, eso que pasó con Fulanita me lo dejas por escrito, es lo mejor para que eso no vuelva a suceder.
-Respuesta de Menganita: por escrito no te dejo nada, tu y toda la dirección sois conocedores del hecho y además ¿para qué? si nunca pasa nada.
Los sistemas de contratación deben cambiar, bajo nuestro punto de vista el actual sistema de contratación es un sistema obsoleto, hasta ahora nos puede haber valido pero en la actualidad y para el futuro, estamos todos obligados a garantizar una atención de calidad y ésta solo puede llegar a través del desarrollo y demostración de competencias, lo podemos seguir llamando bolsa de contratación o como se quiera, pero ésta debe garantizar que los profesionales desempeñemos, seamos capaces de ejecutar las competencias que también vienen reflejadas, como hemos dicho antes, en las definiciones de nuestros puestos de trabajo.
En esta exposición estoy incluyendo a médicos, enfermeras, TCAEs y celadores.
Otro día podemos hablar de la figura del celador, de su formación y de cómo desarrollan sus competencias, incluido:
+Perentanito, ¿Por qué te pones guantes de nitrilo para empujar esa cama hasta el servicio de mantenimiento?
Nuestros humildes respetos a Fulanita, Menganita y Perentanita.
Nuestro respeto y admiración por todos esos profesionales que viven su profesión desde la pasión y el amor por su profesión con el único objetivo de ayudar a los pacientes, a los enfermos a recuperar su salud, que por suerte son la mayoría.
Interesante entrada, en la que mas de uno nos hemos visto reflejados. Solo quiero anadir una complicación mas a este asunto, que pasa con esos contratos «express», de uno o dos días de duración y en un Consultorio Periférico donde eres el único enfermero. Esta situación puede darse en multitud de ocasiones y creo que es muy complicado de dar una respuesta, pero no por ello deja de ser un posible problema asistencial.
Gracias
Gracias luis por tu comentario.
Tema problemático donde nos convendría darle una vuelta para buscar elementos de mejora
solo un par de peros:
¿grupo de trabajo estupendo que va a colaborar en tu adaptación?
¿dossier con todos los procedimientos, tiempos, cronogramas, planes de cuidados y cómo y dónde conseguir el resto de la información?
En muchos casos las Fulanitas sin experiencia se enfrentan a total ausencia de adaptación, y queremos que manejen con habilidad técnicas que ninguno de los menganitos sabían hacer cuando empezaron.
En cuanto a los dossier con «todos» los procedimientos… de verdad creen que en esos papeles están todos los procedimeintos y situaciones a las que una enfermera se enfrenta cada día?
Aquello que no está protocolizado en el hospital, ¿quién lo hace? ¿Quién es el responsable?
En cuanto a lo de comunicar por escrito, ¿de verdad que es necesario siempre? es necesario que menganito haga un escrito enfrentándose a fulanita?
No pueden los cargos intermedios de enfermería hablar con los implicados sin tener que enfrentarlos?.
No es tan facil hacer un escrito contra alguien que es, ha sido y va a seguir siendo tu compañero, contra alguien que es un padre o madre de familia que necesita el trabajo.
A caso el supervisor, supervisora, no tienen el poder y la capacidad para sentarse con fulanita y hablar y orientar a fulanita?
Solo quería aportar un punto de vista distinto.
Felicidades por el blog y ánimo.
Efectivamente jose, en muchas ocasiones » fulanitas» sin experiencia trabajan en las unidades asistenciales.
Responsabilidad del centro sanitario es tener un plan de integración de los recursos humanos, responsabilidad de los mandos intermedios es tener un plan propio e integrado en la estrategia de la organización. Estos planes deben incluir desde cronogramas, atlas fotográficos de la unidad donde figuran perfectamente todas las cosas, los procedimientos más frecuentes, así mismo debe incluir un cronograma, diagrama de gannt, pert, etc. Que marque correctamente los tiempos y fases de la nueva incorporación hasta su adaptación y personas guía que le ayuden en este tiempo. Responsabilidad de todo el equipo, facilitar este proceso y para finalizar este procesó la voluntad esfuerzo e implicación del nuevo miembro del equipo.
Las medidas punitivas son sólo el último escalón, y esta bien que sea así porque como tu dices es dolorosisimo…………
Gracias, muchas gracias por tu participación, las diferentes formas de ver las cosas eslo que completa nuestras entradas, es el mejor punto para enriquecernos todos.
Un abrazo
Te esperamos de nuevo por aquí con tu visión.
Complicada entrada para tratar de diseccionar un entorno complejo y un problema arduo como es la resolución de conflictos de capacidades.
Muestras valor al escribir sobre ello y decisión al reconocer que la estructura tiene estos temas sobre la mesa hace tiempo… pero yo añadiría una cosa y es que el ámbito de decisión donde se negocia lo que luego enmarca la práctica de contratación no solo está alejada de esta realidad sino que, tuve la impresión, está incomunicada de estas realidades… y cuando las conoce piensa que se pueden resolver con «un golpe en la mesa» ignorando que el derecho y el marco normativo lo ponen ellos.
Más peliagudo es esta clase de problemas cuando la incompetencia proviene no de la falta de experiencia o el miedo sino de problemas más profundos y graves… y aún así suelen ser los compañeros de turno los que lo sufren y todo el equipo el que se siente desamparado porque hacer no se hace nada por solucionarlo.
Todos, todos sufrimos las consecuencias de la falta de acercamiento de la práctica a la mesa donde se enmarcan las normas.
Todos, de lo contrario no estaríamos hablando de este tema desde un total y absoluto desacuerdo y de las ganas y necesidad de cambiar las cosas.
Como siempre, atinado en tus comentarios.
Gracias, por completar la entrada con tu comentario, sin él esta reflexión estaría incompleta.
Un fuerte abrazo.