momificacionHoy con su permiso empezaremos citando a Patricia Fernández (@patriciaafdez ) dado que nos da lugar al inicio de lo que hoy queremos reflexionar con todos los que nos siguen:

«Si no actúas como piensas, terminarás pensando como actúas»  

Blaise Pascal

¡Qué complicado es actuar conforme a tus pensamientos!

Hay quién piensa incluso que es mejor vivir más tranquilo dejándose llevar por la corriente de los pensamientos dominantes y opresores del talento y la innovación, que salir al mundo del pensamiento evolutivo que nos generará la crítica y el rechazo como cualquier cosa que resulte innovadora y diferente al «siempre se hizo así».

momificacion 1Esta semana ha sido la semana del silencio enfermero con respecto a la cronicidad, sostenibilidad y también con respecto a la humanización, tres conceptos que van de la mano y que apuntan al corazón enfermero y lo que es su principal razón de ser, el cuidado.

Cuidado del que desde Gestión de Enfermería nunca nos alejamos a pesar de que utilizemos para llegar a él caminos distintos como es el de la gestión sanitaria y enfermera.

Silencio por ausencia, invisibilidad y porque frecuentemente parece que nos dispersamos en batallas que van de la inconsistencia a la intrascendencia y que nos impide a todos centrarnos en lo importante.

Esta semana también ha sido la semana de la momificación.

Lo bueno y lo malo del crecimiento de este blog es que te acaba llegando información que algunas veces desearíamos que no nos hubiese llegado.

Esta semana llega a nosotros el concepto de momificación, concepto que nos retrotrae a épocas grandiosas de la humanidad pero concepto que nos reconduce   también hacía las rancias carreteras del inmovilismo y del siempre se hizo así.

El término de por sí genera un importante rechazo o al menos a nosotros es lo que nos ha producido, pero como nada merece ser rechazado de mano, nos hemos puesto a buscar evidencias del concepto aplicado al tratamiento y cuidado de heridas.

Y sin querer entrar en la profundidad de los expertos, que los hay,  la momificación de heridas, es el nombre que recibe el cuidado local de algunas heridas vasculares.

Pero ¿Se puede generalizar a otro tipo de pacientes?

Sin adentrarnos en el terreno de la ética profesional y los códigos deontológicos, creemos que es un concepto que no debe ser generalizado.

Cuando desde el campo sanitario y desde el campo de la profesión enfermera utilizamos esta evidencia debemos de tener claro, qué hacemos y por qué lo hacemos.

Qué independientemente del paciente, tipo de paciente y patología de base el utilizar povidona, gasas y tapar.… por rutina atenta contra todos los principios del buen hacer profesional y de la ejecución de cuidados de calidad y orientados a la excelencia y que esto es así lo diga quién lo diga.

Esta claro que la buena práctica debe basarse en evidencias y en ganancias en salud. Utilizar ambos conceptos nos debe conducir inevitablemente por la senda de la eficiencia.

Pero eficiencia no es como decíamos anteriormente povidona, gasas y tapar…, por las razones y justificaciones que queramos usar para decir que estamos dando cuidados de calidad al hacer esto.

La momificación es un tipo de cura que tiene su sentido donde la tiene y fuera de él nos acerca a la línea de la mala práctica.

En ninguna evidencia de los cuidados al final de la vida o de los cuidados paliativos figura esto como práctica habitual.

Siempre y en todo momento se debe valorar:

  • ¿Qué es lo que el paciente necesita?
  • ¿Cómo puedo ayudarlo…. si no puedo curarlo, cómo puedo cuidarlo?momificacion 3

Momificación gestora

De principio a fin, los gestores sanitarios y los gestores enfermeros son responsables de las actividades y  prácticas que se producen en sus centros.

Vivir lejos y ajenos a los «fogones», desconociendo u omitiendo determinadas prácticas que se realizan en los «fogones» harán que nuestra práctica y vida como gestores sea más sencilla, más fácil y probablemente nos conducirá hacia el camino de la supervivencia directiva (momificada).

Y esto se traduce en que pensamos como actuamos y no actuamos como pensamos, y acabamos creyendo que la profesionalización del gestor es la supervivencia directiva.

Es difícil salir de detrás de la mesa y acercarnos «al fogón» y decir que no todo vale, que esto o aquello no nos lleva a la consecución de las estrategias de calidad o de la que se trate en cada momento.

Pero por difícil que resulte, es mejor esto que aplicar la momificación a nuestra actividad gestora.

Gestionar un centro es dar un servicio a los profesionales y a los pacientes y esto significa actuar como pensamos.

Gestionar con vocación de servicio es pensar y actuar pensando en calidad, eficiencia, buenas prácticas… esto si es sostenible a largo plazo, aunque no seas tu el que a largo plazo estés.

El motor del cambio en la sanidad y en la gestión es el acercamiento a las personas y no otro por muchas vestiduras y engalanamientos que utilicemos.

El motor del cambio no es un bonito eslogan, es un compromiso que se te cae cuando te conviertes en un momificado.

Tú decides o te momificas  o empiezas a transformar el sistema y por usar frases de «Gladiator» en tus conferencias o presentación de estrategias no te desmomificas.

Todo lo que hacemos, tiene su reflejo en la eternidad.

Gladiator

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