La gestión por procesos constituye el camino que realmente debe cambiar el rumbo de las instituciones sanitarias y de la gestión enfermera en búsqueda por un lado de la tan ansiada sostenibilidad y por otro de la excelencia en la atención y en lo que a la enfermería respecta, excelencia en el cuidado y que no hay forma de conseguir sin la utilización más eficiente de los recursos de los que se dispone.
Con el término procesos integrados venimos a considerar la actividad como un todo, a recoger todas las actividades que componen la Atención Sanitaria ante un problema de salud bajo el mismo paraguas.
No obstante cuando nos referimos a la gestión de procesos integrados debemos huir de un concepto:
Todo, es de todos.
Por muchos motivos que pueden conducir a una solución errónea en la salida del proceso, la ineficiencia por la contemplación errónea de cual es el momento y las competencias profesionales que debemos desarrollar y que devolverán justo el resultado que no perseguimos.
Este concepto está especialmente agudizado en el cuidado enfermero que muy frecuentemente parece que pertenece a todo el mundo, todos pueden cuidar, todos pueden hacer suyo el cuidado, de todos es el cuidado, siendo completamente errónea esta afirmación.
El cuidado es propio de la función enfermera y solo a esta le corresponde el cuidado profesional.
Igualmente que a menudo se contempla el cuidado como perteneciente a todos los actores del proceso, es bien cierto que frecuentemente nosotros mismos renunciamos a algunas partes del cuidado, sobre todo las que hacen referencia al cuidado más básico, para pasar a demandar otras funciones más técnicas que es verdad que las podemos realizar, pero esto no debe significar ninguna renuncia implícita o explícita a ninguna parte de los valores enfermeros.
No obstante debemos saber y mantener siempre presente que la integración del proceso favorece fundamentalmente a una persona:
Al paciente
Y esto se produce en un entorno de alta complejidad y volatilidad lo cual debe de conducirnos a este modelo de gestión.
Los procesos integrados favorecerán sobre todo el talento de las personas, la productividad de los profesionales, la mejor identificación de todos con la visión, misión, valores y objetivos de la institución y fundamentalmente con los del paciente.
Con procesos integrados nos estamos refiriendo, a dar un paso más en la línea de la gestión por procesos, dado que estos harán referencia a procesos de alta complejidad como lo es la atención sanitaria a las personas en el momento social actual en el que todo no es tan sencillo como lo es la simple atención al proceso salud-enfermedad que se ha hecho tradicionalmente.
En el proceso de cuidados, en el proceso de atención más general no podemos permitirnos prescindir del contexto social del paciente, este debe ser contemplado como un momento más dentro del proceso de atención al paciente con el problema de salud que corresponda en cada momento.
Cada vez que prescindimos del contexto social, estamos excluyendo del proceso una parte importante y anticipando la salida del paciente, queremos decir que ponemos una puerta de salida en el lugar equivocado.
Es más, en un contexto de cronicidad y dependencia muy frecuentemente no debe existir una salida del proceso si no que debe ir conduciendo hacia otros procesos de continuidad que igualmente han de estar integrados en el proceso anterior.
El contexto de la cronicidad nos debe conducir hacia un nuevo paradigma de atención sanitaria en la que deben prevalecer dos aspectos:
- Solución de continuidad entre todos los actores del proceso sanitario.
- Contemplación de las nuevas formulas que permiten la presencia de los profesionales sanitarios más allá de las tradicionales puertas de salida.
Integración de procesos… siempre, pero sin renunciar a ninguna parte del paradigma enfermero.
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