Esta semana volvemos a hablar de Gestión Clínica; como siempre y a pesar de ser un artículo de opinión, intentando huir de charlatanes y vendedores de humo, que haberlos,los hay,en todos los estamentos y grupos profesionales.
Por nuestra parte queremos introducir un nuevo matiz a este debate, la gestión por hechos.
Cuando se estructuran las nuevas unidades de Gestión Clínica en Castilla y León, podemos leer en el desarrollo del borrador:……………… «La dirección de la Unidad o del Área de Gestión Clínica en el ámbito de la atención especializada, recaerá en un profesional sanitario que disponga del nombramiento de Jefe de Servicio, Jefe de Sección o responsable de Unidad……» «……..con categoría de licenciado especialista………..».
La primera reflexión que se nos ocurre es: ¿Esto no ha sido siempre así?
Los servicios médicos en atención especializada y los Equipos de atención primaria siempre han tenido al frente «Licenciados Especialistas», con dispar fortuna………como mucho, a la vista está.
En este momento, se da la paradoja de que en todos estos equipos de trabajo ahora hay licenciados «no médicos» eso sí, y sin hablar del nuevo marco de la enfermería (los graduados); sirva como ejemplo que en la unidad asistencial en la que trabajo hay dos «licenciados no médicos».
Si un título…..ya nos faculta a todos para gestionar ¿no debería quedar más abierta la catalogación de los órganos de dirección de una Unidad?
Por tanto, a la hora de elaborar los nuevos perfiles de estas unidades y de sus profesionales deberíamos pensar más en el desarrollo de competencias que en la de «Titulos».
Las organizaciones no avanzan por el número de licenciados que disponen en sus filas, y si no que se lo pregunten a las organizaciones bancarias y su política de contratación de licenciados en administración y dirección de empresas con dos master….. para «despachar billetes».
Las organizaciones avanzan por hechos y no por títulos.
Sí, por supuesto, una organización con un alto grado de licenciados universitarios, master y doctorados de entrada es una organización potente, con un alto capital humano……….que tiene y debe ponerse a «hacer» para su organización y sus clientes, y un poco menos para sí mismos.
Echamos de menos en estos borradores frases como «……… la dirección de la Unidad será obstentada por aquel miembro del equipo que demuestre el desarrollo de las siguientes competencias………»
La actual dirección que se le está dando está abocada al fracaso, ya que por ningún punto se encuentra el desarrollo de competencias y sí el desarrollo de funciones.
Sí,una de las funciones del coordinador/a de enfermería será «…..proponer al director de la Unidad pactos de consumo…….»
Las organizaciones avanzan por hechos, hechos que deben reproducirse a través de la elaboración de perfiles competenciales y de las contribuciones hechas al avance de la organización.
¿El papel de la enfermería va limitarse a proponer?
¿Cual es la contribución de una persona a su empresa, al progreso de la institución, a los ciudadanos y usuarios, que afirma «……realmente nos deberían quitar estos horarios, de apretarnos tanto, nos deberían dejar libres, si un día termino a las 11 que me pueda ir……. y el día que termine a las 4 pues no pasa nada…..»?
No sé a cuántos de los que lean esto les puede sonar el discurso, seamos más serios.
¿Qué compromiso podemos esperar?, resuena el eco del «SIEMPRE SE HIZO ASI» una vez más.
Eso sí, aquel que participe en una Unidad de Gestión Clínica hará méritos para la carrera profesional ¿….?.
Francamente, no sé si la Gestión Clínica es una moda o una necesidad, pero lo que creo es que si tenemos que hablar de Gestión Clínica hagámoslo támbien de Gestión por hechos, de qué soy capaz de darle a mi empresa, cuál es mi hecho diferencial, cuál es mi perfil competencial que soy capaz de desarrollar.
Que levanten la mano aquellos que sean capaces de desarrollar un proyecto para dirigir una Unidad de Gestión Clínica, de llevarlo a cabo y por ende trabajar para nuestra empresa y para nuestros usuarios, ¿A que muchos no sois jefes de servicio……..? algunos otros sí.
Después de leer este artículo que me parece muy interesante y los últimos borradores que hablan de la gestión clínica , como enfermera me surge la duda, no creéis que la implantación de este nueva forma de organizar los hospitales supone el fin de la enfermería , de nuestra autonomía e identida.Pasar a depender del jefe de servicio al que pertenezcas y no de una dirección de enfermería, me parece que es volver a hace 40 años, no se, es mi pensamiento y no me gusta.
Tu comentario no difiere demasiado del sentir general de la enfermería. Aunque siempre es mejor huir de los «talibanismos» a favor y en contra, y de todos aquellas personas y colectivos que aprovechan el rio revuelto para montar su propio show. La gestión clínica de por si no tendría que ser mala (sin entrar a valorar su necesidad, para ello te recomiendo leer y seguir a @arenaskray), lo que está es mal planteada. En las unidades hay varios colectivos profesionales, por ser médico no eres la más capacitada, tampoco por ser enfermera lo estás. Hay médicos que harían una gran labor al frente de estas unidades, pero hay enfermeras que lo harían igual de bien…. o mejor. Para mi, la clave está en la formación especifica en gestión y en la capacidad para desarrollar competencias. De aquí saldrían requisitos para los puestos sin hacer referencias directas o indirectas a la titulación académica. (hay enfermeras que superan en formación y desarrollo competencial gestor a muchos jefes de servicio, médicos……. insisto). Por tanto, las unidades de gestión clínica no deben de dotar a nadie de poder absolutista, ni de convertir los servicios en «las pequeñas repúblicas independientes de mi casa». Convendría dar una nueva vuelta a los borradores, escuchar seriamente a las enfermeras y considerar de una vez por todas la definición de puestos de trabajo y desarrollo competencial.
Hola la verdad es que desde publicateis esta entrada quería pasarme a comentar, pero parecia un complot lo de abrir esta web y surgir cosas en casa…
El modelo que define el borrador está pensado por y para los médicos es evidente que no conciben la atención sanitaria ni la atención a la salud de la población sin ser el motivo y razón principal; ni siquiera en cuestiones como los cuidados al final de la vida o los cuidados intermedios o la atención a crónicos…
Luego está la «prueba de Cortés» que trata de trazar una línea de no retorno al modelo anterior para hacer creible y necesario el cambio pero deja en el aire muchas cosas en principal cómo se articula la relación (económica y organizativamente) entre UGC y de estas al centro…
En fin, aunque se empeñan en mantenernos ciegos y sordos no me cabe duda de que el papel de la enfermería será algo más que propone pactos de consumo… que por si sólos y sin un marco de actividades o procesos a cubrir no dicen nada… y sin una referencia a los resultados que se han de obtener de esos consumos y su calidad dicen menos.
Después de leer este artículo que me parece muy interesante y los últimos borradores que hablan de la gestión clínica , como enfermera me surge la duda, no creéis que la implantación de este nueva forma de organizar los hospitales supone el fin de la enfermería , de nuestra autonomía e identida.Pasar a depender del jefe de servicio al que pertenezcas y no de una dirección de enfermería, me parece que es volver a hace 40 años, no se, es mi pensamiento y no me gusta.
Tu comentario no difiere demasiado del sentir general de la enfermería.
Aunque siempre es mejor huir de los «talibanismos» a favor y en contra, y de todos aquellas personas y colectivos que aprovechan el rio revuelto para montar su propio show.
La gestión clínica de por si no tendría que ser mala (sin entrar a valorar su necesidad, para ello te recomiendo leer y seguir a @arenaskray), lo que está es mal planteada.
En las unidades hay varios colectivos profesionales, por ser médico no eres la más capacitada, tampoco por ser enfermera lo estás. Hay médicos que harían una gran labor al frente de estas unidades, pero hay enfermeras que lo harían igual de bien…. o mejor.
Para mi, la clave está en la formación especifica en gestión y en la capacidad para desarrollar competencias. De aquí saldrían requisitos para los puestos sin hacer referencias directas o indirectas a la titulación académica. (hay enfermeras que superan en formación y desarrollo competencial gestor a muchos jefes de servicio, médicos……. insisto).
Por tanto, las unidades de gestión clínica no deben de dotar a nadie de poder absolutista, ni de convertir los servicios en «las pequeñas repúblicas independientes de mi casa».
Convendría dar una nueva vuelta a los borradores, escuchar seriamente a las enfermeras y considerar de una vez por todas la definición de puestos de trabajo y desarrollo competencial.
Gracias por tu aportación Lara.
Hola la verdad es que desde publicateis esta entrada quería pasarme a comentar, pero parecia un complot lo de abrir esta web y surgir cosas en casa…
El modelo que define el borrador está pensado por y para los médicos es evidente que no conciben la atención sanitaria ni la atención a la salud de la población sin ser el motivo y razón principal; ni siquiera en cuestiones como los cuidados al final de la vida o los cuidados intermedios o la atención a crónicos…
Luego está la «prueba de Cortés» que trata de trazar una línea de no retorno al modelo anterior para hacer creible y necesario el cambio pero deja en el aire muchas cosas en principal cómo se articula la relación (económica y organizativamente) entre UGC y de estas al centro…
En fin, aunque se empeñan en mantenernos ciegos y sordos no me cabe duda de que el papel de la enfermería será algo más que propone pactos de consumo… que por si sólos y sin un marco de actividades o procesos a cubrir no dicen nada… y sin una referencia a los resultados que se han de obtener de esos consumos y su calidad dicen menos.