
Como en cualquier otro sector las organizaciones sanitarias deben desarrollar estrategias que les permitan desarrollar ventajas competitivas. Para ello debemos acudir a las técnicas del marketing mix que nos hablan de: producto, precio, distribución y promoción. Fue Kotler el que se refirió al marketing mix como el conjunto de herramientas controlables y en interrelación que dispuestas de manera adecuada facilitan a los gestores acciones y estrategias orientadas a satisfacer las necesidades de un mercado (mercado sanitario) y de esa forma lograr los objetivos de la organización.
Así, en el ámbito sanitario se incluyen acciones dirigidas a:
- Identificar las necesidades de la población objetivo.
- Diseñar programas, planes, protocolos y estrategias para abordar las necesidades identificadas.
- Optimización del acceso y uso de los servicios sanitarios, tratando de facilitar aspectos tales como la igualdad de acceso, cartera de servicios, etc.
- Difusión de los resultados en salud obtenidos por cada uno de los planes, protocolos, estrategias, etc.

De este modo se da respuesta a los requerimientos del marketing mix y así mismo, a los objetivos formulados en los distintos planes de marketing.
Lo expuesto anteriormente, es fiel reflejo del contenido de cualquier plan de marketing y nos permite igualmente entender como son las relaciones que se establecen entre los profesionales sanitarios tanto con los pacientes como con los distintos proveedores de servicios.
Cualquier organización sanitaria moderna debe girar en torno al paciente y sus necesidades. Si logramos entender esto, estamos en disposición de aplicar estos cuatro componentes del marketing y de esa forma hacia organizaciones sanitarias orientadas a la calidad total y a la resolución de problemas.

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