¿En qué estamos de acuerdo los profesionales sanitarios? porque a menudo parece que por unas razones u otras no parecemos tener ni puntos en común las diferentes divisiones que conforman una organización sanitaria y a menudo tampoco los integrantes de la propia división, en este caso la enfermera que es la nuestra.
Y cuando hablamos de algunos aspectos como el determinar quién es el que arrastra el carro de las historias clínicas, el tema es realmente menor aunque la capacidad de molestar es grande.
También parece menor la hora del pase de visita médica, aunque la capacidad de molestar también es realmente grande.
Y menor también parece la aceptación de la integración de las sesiones de enfermería como parte de la propia actividad enfermera.
Y decimos menor, porque estos tres ejemplos que ponemos son solo problemas de coordinación y egos de los distintos profesionales sanitarios pertenecientes a las distintas divisiones sanitarias.
Si, decimos menor, porque no tiene aparentemente una repercusión directa sobre la calidad de la atención prestada a nuestros usuarios.
Tenemos que confesar, que llamar a todo esto problema menor a los que conformamos este blog nos da miedo porque pensamos que si que tiene una importancia que no debemos desdeñar.
Trabajo en ese equipo del que todos hablamos y nadie vio.
Determinar quién es el que arrastra el carro de las historias clínicas se torna en importante si lo traducimos en una lucha por la posición de superioridad dentro de los equipos de trabajo sanitarios.
La falta de observancia de los tiempos de la enf
Y todo esto en conjunto nos indica que no pensamos en eso tan bonito que a muchos nos gusta decir de:
El paciente como centro del sistema sanitario.
Ahora si analizamos los motivos por los que pueden fracasar determinados planes y estrategias sociosanitarias, estos problemas que anteriormente citábamos es donde nos pueden parecer menores.
Y si esto todo se cae por la falta de capacidad de escucha o directamente la exclusión de colectivos importantes para el transcurso del plan no es que sea una pena, es una tragedia para nuestros usuarios lo primero y después para todos los que conformamos el sistema sanitario.
¿Y por donde podemos empezar a buscar los acuerdos?
Pues empecemos por la Triple Meta y la orientación a la mejora continua.
La teoría de la triple meta consiste en tener siempre presente tres objetivos para garantizar la calidad en nuestra atención:
Cuidado
Salud
Coste
La prestación del cuidado a la persona, a la familia y a la sociedad con vocación de liderazgo de forma que el paciente se sienta protegido en todo momento y no solo en los momentos de carencias de salud.
Salud, como concepto integral del estado en el que se encuentran las personas.
Coste, a través de planes y estrategias que aseguren que los profesionales hacemos todo en base a actuaciones adaptadas a criterios coste-eficientes.
Si nos centramos en estos tres conceptos como objetivo y empleamos políticas de calidad bajo los parámetros de la mejora continua como los que nos ofrecen diseños como los de W. Demming y su ciclo PDCA estaremos más cerca del éxito.
Estaremos más cerca de lograr que las organizaciones sanitarias sean verdaderamente y en la práctica organizaciones de calidad.
Una organización con vocación de futuro y mejora debe iniciar su camino sobre la base de aquellos puntos en los que están de acuerdo y como hemos dicho estos deben ser:
Cuidado-Salud-Coste.
Además de la aceptación de la diversidad y el respeto al resto de los profesionales y al usuario.
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