Después de tratar el tema de las competencias en la entrada anterior, parece que lo lógico esta semana es tratar la gestión del desempeño.
La gestión del desempeño, es un aspecto que no solamente afecta a los mandos intermedios, aunque son estos como sucede en otros aspectos uno de los actores principales por su ubicación en el sistema.
Los mandos intermedios deben desarrollar competencias adecuadas que les permitan apreciar el modo en el que se desarrolla el mundo a su alrededor .
Pero la gestión del desempeño es algo que debe formar parte de la cultura de la organización e integrarse en la propia dinámica de funcionamiento.
Sin olvidar que si los mandos intermedios (enfermeros y no enfermeros) son clave en muchos aspectos y uno de los principales aspectos es la evaluación del desempeño.
Es por ello que el desempeño es una de las piedras que sustentan la organización dado que en función de como sea desarrollado este, el nivel de consecución de los objetivos variará de un modo u otro.
La gestión del desempeño por tanto consistirá en como los profesionales sanitarios, las enfermeras, las enfermeras gestoras, desarrollan su trabajo (acciones) y como es su actitud, su motivación y comportamiento en búsqueda del logro de los objetivos institucionales.
Dos son las características que apreciamos a nivel global en nuestras organizaciones sanitarias:
- Hacer más con menos.
- Sistema retributivo como unico elemento.
Cada día son más las obligaciones, las responsabilidades que las enfermeras deben desempeñar, registros ( que bien es verdad que nos benefician como colectivo), cuidados, nivel de calidad de cuidados, personalización e individualización del cuidado y esto cada día hay que hacerlo con plantillas más reducidas y ajustadas en función de criterios diferentes al nivel de cuidados con un sistema retributivo igualitario (todos cobran por igual) como único incentivo al producto laboral y sin distinguir el distinto esfuerzo, nivel de calidad en el resultado final del cuidado, y el diferente nivel de desarrollo competencial.
Y esto es apreciable en todos los escalones de las divisiones enfermeras (y también de otras divisiones), hay una importante brecha entre el desempeño de unas enfermeras y otras, entre el desempeño de unas supervisoras y otras y entre unos cuadros directivos y otros.
Es cierto que esto tiene una deriva importante y que nace en primer lugar del diferente talento de unos profesionales y otros y si no baste ver las presiones que se ejercen para lograr las plantillas más adaptadas a las circunstancias de las unidades y la falta de observación de esto presa de factores múltiples entre los que están:
- El sistema de contratación y selección de personal.
- La falta de modelo y gestión de competencias.
- Las carencias en la gestión de los recursos humanos de las divisiones que componen las organizaciones sanitarias.
No vamos a desgranar estos aspectos dado que estos y algunos más merecen entradas diferenciadas.
El desempeño debiera devenir ya del propio sistema de contratación y selección del talento que no va en contra del actual sistema si bien es cierto que requiere una profunda reforma tanto en el antes, el durante y el después.
Una adecuada definición de los puestos de trabajo de un adecuado sistema de gestión de competencias con aplicación real y no únicamente como ejercicios teóricos.
No debiéramos darle la espalda a lo que nos dicen distintos estudios que hablan acerca de que:
- Al menos el 40% de la capacidad de mejora del desempeño puede ser atribuida al nivel de compromiso de las personas.
- Al menos uno de cada seis empleados mantienen un nivel de desempeño deficiente.
Esto no debe ser desconocido ni por las supervisoras de enfermería ni por los cuadros directivos por otros dos motivos:
- La organización debe responsabilizarse y dar cobertura encaminada a corregir estas ineficiencias.
- Las supervisoras son las responsables directas de al menos un 25% de la capacidad de mejora del desempeño de sus equipos de enfermería.
A la vista de estos dos aspectos parece fundamental que la organización posea mandos intermedios que estén en posesión de unas adecuadas competencias gestoras y las ejerzan (con el debido apoyo y soporte organizacional).
Los empleados, las enfermeras (y otros) con bajo nivel de desempeño no desarrollarán por completo ni su trabajo ni lo harán en un nivel aceptable.
¿Y qué sucede si relacionamos este aspecto con los actuales modelos retributivos y de medición de desempeño (que únicamente traducen lo que hacemos a dinero)?
Que va reducir los aspectos motivacionales y de productividad del resto de los miembros de los equipos.
Por tanto, será fundamental:
- Identificar a los miembros de los equipos con bajo nivel de desempeño.
- Dar un trato personalizado a cada uno de los miembros del equipo.
- Unos claros criterios en base a un modelo de gestión del desempeño.
La estrategia a desarrollar por las organizaciones sanitarias en cuanto a la gestión del desempeño, debe integrar perfectamente las dos vertientes de la organización:
- La de los objetivos, metas y estrategias.
- La motivación y cultura de la organización
Para confluir en un mejor desarrollo de la gestión del desempeño que integre la medición de los objetivos debidamente traducida en acciones (¿Quizás los procesos…..?) y la motivación, la comunicación, el desarrollo y talento puesto al mayor servicio de la atención al usuario.
Una organización sanitaria de verdadero éxito será aquella que consiga integrar y gestionar el desempeño en torno a:
- Las personas
- La estrategia
- Los objetivos
- La cultura de la organización.
La cultura de la gestión del desempeño es importante hasta el punto de que debe convertirse en elemento que amalgame una comunicación bidireccional entre cuadros directivos y plantilla operativa que permita una verdadera evaluación y feedback del desempeño y en sistemas retributivos integrados con elementos motivacionales diferentes a los del dinero y que recompensen y desarrollen la motivación interna..
Osea una alineación adecuada entre las metas y objetivos institucionales y las metas y objetivos individuales.
Para terminar nos gustaría mencionar como una adecuada gestión del desempeño debe mantener la visión sobre:
La eficiencia: entendida como promoción del talento para la mejora de la consecución del producto en este caso enfermero.
La calidad total: principal resultado de un buen desempeño.
Innovación: mejora y resolución de los problemas a los que se enfrentan diariamente los profesionales.
Satisfacción del cliente: un adecuado nivel de desempeño detectará y resolverá las necesidades del paciente.
Imagen de marca: visualización de la organización por parte de los proveedores y participantes en el acto sanitario como organización de éxito y orientada a la obtención de un producto sanitario de calidad.
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.