La medición del coste de un producto se complica cuando los productos son servicios que son dirigidos a personas, dado que son múltiples variables las que pasan a ser consideradas.

Cuando hablamos de coste de los servicios de enfermería, uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos es la omisión de variables. También, se presenta una ausencia de comparación de datos, además de las múltiples definiciones de coste.

Son múltiples las variables que pueden estar ausentes, de manera principal las relacionadas con el cuidado invisible. ¿Cuánto tiempo dedica la enfermera al cuidado invisible? Y lo que es más importante ¿Qué valor tienen estos cuidados en relación con el proceso de salud y con el bienestar y satisfacción del paciente? Y ¿Qué relación tiene con la calidad de servicio sentida?

Se convierte en fundamental establecer modelos con capacidad de describir los procesos enfermeros y así mismo, describir las relaciones que establece el paciente y su relación con el coste, la calidad y el precio de las funciones de enfermería.

Por tanto, sería un error contemplar los costes directos e indirectos de la atención de enfermería y que son contemplados en diferentes metodologías como la de los GRD. El cálculo de los costes de los servicios de enfermería, debe ser realizado siguiendo planes de cuidados, a los que hay que añadir, el tiempo que la enfermera dedica a lo que hemos denominado como cuidado invisible (apoyo emocional, consuelo, atención a la soledad, escucha activa, atención al duelo, desesperanza…).

Una posible solución para alcanzar una medición de costes real, puede ser la implementación de sistemas de costes ABC.  Bajo esta metodología, los costes se van acumulando a través de las distintas actividades que se realizan y consumen recursos (personas y materiales) y se atribuyen a cada uno de los pacientes.

Para la implementación de un sistema de costes bajo el método ABC, debemos contemplar tres etapas:

Identificación de las actividades que realiza la enfermera (visibles e invisles).

Valoración del coste de cada una de estas actividades, tratando de establecer el consumo de recursos precisos para llevar a cabo estas funciones con contemplación de los estándares de calidad.

Asignación de los costes a cada actividad u objeto de coste. Un objeto de coste es todo lo que resulta necesario para realizar una medición de manera aislada. Este, finaliza con el establecimiento de los costes unitarios de cada una de las unidades de actividades de cuidado.

El método ABC nos permite hacer una diferenciación que los métodos guiados a través de los GRD no permiten, como los costes de la no calidad y de la falta de eficiencia.