ilusiónDijo Peter Druker: «Nada hay tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debió hacerse en absoluto». Esto fue dicho en el contexto del conocimiento de las organizaciones y su desarrollo.

De nada sirve hacer muy bien una cosa que no resulta útil a nadie ¿Estamos seguros que todos los planes y estrategias sanitarias sirven realmente?

Me parece una buena pregunta que podemos contestarnos una tarde de siesta, calor y reflexiones de verano.

Lo inútil como hemos dicho frecuentemente es todo aquello que no aporta valor al usuario.

Si nuestra organización compra una preciosa «maquinita» o desarrolla tal o cual estructura de presuntos servicios sin previo plan de coste-utilidad real para el usuario es lo que nos conduce por esta senda.

Fue Ash Moura autor de «Running Lean» el que siguió argumentando la tesis que sostenemos hoy diciendo que:

el principal motivo de fracaso (de las empresas) es que acaban construyendo algo que nadie quiere”

Nos contaron hace un tiempo que un mando intermedio con bastante peso especifico en su organización se sentó frente a su jefe para pedirle vía libre en el desarrollo de un determinado proyecto.

El mando intermedio contó los pormenores de su idea, que llevaba esbozada en media cuartilla.

Al finalizar su jefe le preguntó:

¿Cuanto presupuesto necesitas para desarrollar esta idea? y lo que es más importante ¿Cuántas personas se van a beneficiar de esto y ¿Basándonos en evidencias qué beneficios van a obtener nuestros clientes?inutil

El mando intermedio respondió, rápido:

No se contestar esas preguntas, pero si puedo decir que a mi gente le hace mucha ilusión.

La respuesta ciertamente es interesante y merece la pena pararnos a reflexionarla.

La ilusión por un proyecto es lo que genera y mantiene la motivación de las personas que conforman la organización alta. En organizaciones compuestas de personas como son las sanitarias, esto es posible que sea uno de los aspectos más importantes y de los que frecuentemente carecemos traducido en:

  • Astio
  • Descrédito.
  • Falta de identificación con los objetivos.

 

Pero bien es verdad, que de nada sirve realmente a nuestros usuarios, nuestros pacientes, una estructura preciosa y parecida a la NASA sin saber si va a resultar útil.

Durante el tiempo de desarrollo y construcción del proyecto las personas del equipo las personas del equipo van a estar contentas, ilusionadas y probablemente motivadas, además de tener un mando intermedio, el más popular entre populares.

¿Pero las organizaciones sanitarias necesitan líderes populares?

Y lo que es más importante y que nos recuerda a eso que dijo Punset acerca de la felicidad:

La felicidad de las personas, reside en la antesala»

Organizaciones Reales

¿Que pasará el día después de la finalización de ese proyecto? ¿Y después de un mes… un año?

liderazgoPues que tendremos una preciosa y bien construida estructura que quedará estupenda para las fotos típicas que se sacan los políticos de turno cuando acuden a nuestros centros y  donde presumimos de las joyas de la corona (sin hablar de las deficiencias). Pero al apagarse los focos se apaga la luz y la motivación de la gente porque volverlos a encender una vez cada tres meses costará demasiado.

A la vista de lo que frecuentemente se lee en la prensa respecto a la apertura de unidades, servicios, estructuras, frecuentemente nos encontramos con proyectos en media cuartilla donde la organización caerá basando y fiando todo al peso (poder) de la persona en el contexto informal de la organización y al apagarse el foco nos quedará una también bonita factura que en nada beneficiará a la salud de las personas.

Es aquí donde la famosa profesionalización de la gestión entra en juego y dicho sea de paso, donde tan importante es esta profesionalización.

Pero no nos confundamos la profesionalización de la gestión, debe ser unida inexorablemente a:

La capacidad de desarrollo de competencias gestoras.

Y no otro mérito, ilusión o antigüedad.

La experiencia es un grado……….o no….

Dicho todo lo dicho, no estamos diciendo que no haya que conceder oportunidades a las personas. Dar oportunidad al desarrollo y crecimiento profesional de todos los que conforman las organizaciones sanitarias es fundamental para su éxito y por tanto para el éxito traducido en salud de nuestros pacientes, pero cuidado con las ilusiones y los experimentos basados en la capacidad del poder.

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