5795Con el titulo de esta entrada entrada supongo que lo primero que se nos viene a la cabeza es que nos vamos a poner a jugar con esas pequeñas piezas que tanto usamos algunos hace unos años. No es nuestra pretensión ni tampoco dar ideas a constructores ni afines al gremio.

Construyendo el hospital lego es el titulo de una clase de gestión sanitaria a la que asistimos hace unas semanas y con la que nos gustaría reflexionar entorno a lo que sucedió en esa estupenda clase.

Y es que sucedieron muchas cosas que creo que no deben ser pasadas por alto.

Lo primero el titulo, cuando ves en el programa de la sesión esta clase te imaginas cualquier cosa y genera una inquietud por saber por donde saldrá el tema.

Bueno pues lo primero que salió es el reparto de roles.

«Si vamos a construir un hospital, lo primero que habrá que hacer es repartir los papeles de quién vamos a  ser y lo que vamos desempeñar cada uno en este nuevo hospital».

Os lo podéis imaginar, el reparto de roles (dado el auditorio no era necesario un reparto al azar, 80% médicos, 10% economistas, 5% enfermeras, 5% otros) se convirtió en el juego de los estereotipos para empezar, unos querían ser celadores y pidieron la hoja de afiliación sindical y el plano para ir a la cafetería, otros la enfermera para irse a casa a las tres, otros cirujanos para llegar tarde a trabajar con la excusa de estar buscando aparcamiento en para «el Mercedes», etc…

Detrás de la gracia, lo que nos indica de forma clara una cierta incomprensión intergremial de entrada e inequívocas muestras de mala imagen profesional transmitida.

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Lo primero que deberíamos hacer para solucionar esto es dejar esa añeja militancia que todos hacemos de nuestros gremios profesionales para ponernos a trabajar por y para el paciente de verdad y generar un personal branding a los que nos miran basado en unos pocos valores:

  • Trabajo.
  • Esfuerzo.
  • Compromiso.
  • Respeto.
  • Confiabilidad.

Cinco pequeñas formulas que si desde cada uno de los gremios que sumados formamos una institución sanitaria conseguiríamos que esa «suma» y su «resultado» fuera mayor.

Una vez repartidos los roles y divididos en equipos se nos explicó la dinámica del juego.

¿En qué consiste el juego? El juego es una mezcla de piezas lego  guiadas con ordenador.

El ordenador simula un servicio de admisión al que introduciéndole los parámetros nos genera una demanda de enfermos a los que tenemos que atender, claro está los pacientes son piezas de lego.

Existen varios tipos tipo de paciente, cada tipo de paciente necesita un tipo de tratamiento.

Cada tipo de tratamiento es un pequeño montaje de fichas lego.

Osea, una ficha lego (un paciente) entra en el juego, pasa al servicio de admisión, de ahí a la sala de preoparatorio en la que la ficha sufre una primera transformación, de ahí pasa a la sala de quirófano en la que sufre otra transformación y sale a la planta. El alta del paciente (ficha lego) se le da a los dos minutos de la llegada a este punto y pasa al servicio de calidad donde se mira si el montaje realizado es correcto. Si es correcto se desmontan las fichas y el «celador» las devuelve a su lugar, si no es correcto se realiza un reproceso, se envía el montaje a quirófano y «el cirujano» procede a solucionar los problemas y volviendo a pasar por el resto de las fases del juego hasta el final.

Más o menos la dinámica es esta, falta decir que teníamos un rol muy interesante presente en muchas empresas de otros ámbitos y prácticamente desconocida en nuestro ámbito, el controller. El controller es el encargado de mirar y medir, mirar como se realiza el proceso, medir el tiempo que tarda una ficha (un paciente) desde que entra en el sistema hasta que sale de él. Sus datos son necesarios para cambiar los parámetros, cambiar los miembros del equipo de un lugar a otro etc. y finalmente sacarnos de la dinámica juego a la realidad y preocupación cuando estudiamos los números y los resultados que nos ofrece.

Por supuesto también había un consejo de dirección.

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El consejo de dirección podía introducir tres cambios en cada ronda del juego (cada ronda del juego era de aproximadamente 15 minutos).

Tras este aparente aspecto de juego inofensivo, se esconde un arma demostrativo de muchas cosas, desde la incomprensión que tenemos con el trabajo de cada uno hasta la importancia que tiene cada una de las decisiones que se toman en el desarrollo del juego.

Y donde digo juego podéis poner Sistema Sanitario.

Y ¿qué aprendimos?

Primeramente, a comprender al de enfrente, a ver que ninguno de los que estábamos allí llegado un momento dábamos de si para gestionar las piezas, que más allá del juego fue un ejercicio colectivo para llegar al final de cada ronda.

A trabajar en equipo multidisciplinar, casi institucional.

Cada una de las decisiones provocaba una consecuencia en forma de recursos  infrautilizados (algunos nos quedábamos con los brazos cruzadados) incremento de las listas de esperas, saturación de algunos miembros del equipo, etc.

Por tanto, cada decisión arrastraba una consecuencia importante, que si todos los eslabones de la cadena no estaban perfectamente engranados los sufrían los pacientes en forma de listas de espera, que si cada uno de nosotros no realizaba el consiguiente esfuerzo se resentía el resto del equipo, lo que traducido a la vida real, que si el celador está en la cafetería cuando no toca algún punto del hospital lo paga, que si la enfermera no hace una buena gestión de la planta, algún punto del hospital lo paga, que si el cirujano no está donde tiene que estar y no hace lo que tiene que hacer algún punto del hospital lo paga, osea que «tardar en aparcar más de la cuenta el mercedes» tiene consecuencias para alguien.

Todo lo que hacen, todo lo que hacemos en el sistema sanitario tiene consecuencias desde el plano estratégico al plano más operativo y estas consecuencias se llaman eventos adversos para nuestros usuarios.

Ahora estoy recordando el magnífico articulo (y también criticado por algunos) de @arenaskray en la gaceta sanitaria donde reflexionaba sobre la necesidad o no de incorporar determinados elementos en el sistema sanitario sin medir de verdad la ganancia para el paciente.legos

No está justificado abrir o cerrar camas hospitalarias sin estudios serios y rigurosos, ya que lo que a priori puede parecer un ahorro el medio plazo nos descubrirá un desastre del que nadie querrá hacerse responsable.

No está justificado ampliar o reducir plantillas de enfermeras, médicos,Tcae… sin verdaderas valoraciones de necesidades, de cargas de trabajo, de ocupación de estos recursos humanos ya que podemos descubrir que ese ni es el problema ni esa la solución. Claro tampoco está justificado eso que hemos citado en más de una ocasión y que ya sabeis que llamamos «el café para todos»

 

El café para todos o café doble para los más «llorones» es la política más nefasta en la gestión sanitaria y de los recursos humanos, a corto nos liberará presión a medio plazo habrá conducido a la institución a un punto de muy complejo retorno.

No está justificada la inversión en determinados bienes equipos sin un verdadero estudio de coste-utilidad y ganancias para el paciente, que solo obedece a tener contento al profesional de turno.

La conclusión de todo esto:

  • Que todos somos parte del sistema.
  • Que todas las piezas, son piezas valiosas.
  • Que no hay piezas supeditadas a otras, que son diferentes y complementarias.
  • Que unas piezas sin las otras dejan de tener sentido y utilidad ya que tanto las grandes como las pequeñas han de encajar en la misma estructura.
  • Que para gestionar las piezas de una forma adecuada hay que estar preparados para ello y eso se consigue con el desarrollo de competencias multidisplinares, gestoras, de planificación y de estratégia y no tiene que ver con la militancia o no a un gremio más o menos poderoso.

Este fue el resultado y conclusiones de un inofensivo juego con fichas lego.

…Y que rol nos tocó a nosotros… el de celador…

GESTION DE ENFERMERIA