ISBN de la publicación: 978-84-697-5429-0
[qodef_separator class_name=»» type=»full-width» position=»center» color=»#641C34″ border_style=»solid» width=»» thickness=»» top_margin=»» bottom_margin=»»]El análisis CAME es una herramienta de diagnóstico estratégico útil para definir el tipo de estrategia que debe seguirse en una compañía tras haber identificado mediante el análisis matricial las características del entorno y las propias que posee la organización o unidad estudiada. En este sentido, determina los aspectos clave de la organización frente al entorno.
El análisis CAME viene a constituir un segundo paso en el análisis estratégico tras la realización de un análisis DAFO. Así el análisis CAME pretende corregir las debilidades, hacer frente a las amenazas, potenciar las fortalezas y aprovechar las oportunidades existentes.
Con esto queremos decir que, el análisis CAME consigue poner en orden todos los datos que poseemos y elegir el mejor diseño estratégico.
El objetivo por tanto, de la realización de un análisis CAME es completar las evidencias mostradas mediante la realización del análisis DAFO y ofrecer un diagnóstico más completo que permita realizar un plan estratégico y desarrollar unas estrategias adaptadas a la realidad organizativa, a la vez que permitir una más adecuada toma de decisiones.
El acrónimo CAME representa y conforma las acciones estratégicas: Corregir, Afrontar, Mantener y Explotar.
La puesta en marcha de esta herramienta al igual que el análisis DAFO. Se realiza mediante la elaboración de una matriz 2×2 en la que en cada uno de los campos se incluyen las acciones determinadas por cada una de las dimensiones.
Por otra parte y al igual que el análisis DAFO, el CAME desarrolla un análisis interno y externo a la organización para fijar el contexto en el que se encuentra.
La determinación estratégica
De la combinación y evidencia de las amenazas, fortalezas, debilidades y oportunidades, surgen cuatro tipos de estrategias fundamentales a desarrollar en la organización:
Estrategia Ofensiva. En base a las fortalezas, estas son aprovechadas para la potenciación de las oportunidades que surgen en el contexto de la organización. Conviene recordar que las fortalezas nacen del interior de la organización, siendo el desarrollo tecnológico así como el nivel competencial de las personas las principales fortalezas de las organizaciones sanitarias. De esta forma, queda representado la “E”.
En este sentido, es recomendable utilizar estrategias de este tipo, en las fases de inicio de un proyecto en el que lo fundamental es establecer las bases de servicio y los adecuados niveles de calidad. Así se favorece la creación de una buena imagen de la organización y el posicionamiento frente a otras unidades u organizaciones.
Estrategia de Supervivencia. Consiste en el conocimiento y afrontamiento de las amenazas existentes en el entorno de la organización en el que nos encontramos. En este sentido, es necesario conocer que este tipo de estrategias son características de determinados en momentos críticos. Así y mediante el conocimiento de las debilidades, nos centraremos en la corrección y mejora de ellas, para mitigarlas en la medida de lo posible y de esta forma reducir su influencia. De esta forma, queda representada la “A” del CAME.
Estrategia Defensiva. Trata de mantener y fomentar el usos de las fortalezas frente a los riesgos que suponen las amenazas del entorno organizativo. De esta forma, el propósito a conseguir es la reducción de riesgos y el fomento de estrategias de cambio y crecimiento provenientes de la eliminación de barreras. Así, queda conformada la “M” del CAME.
En ocasiones, las estrategias defensivas van en combinación con estrategias ofensivas dado que por una parte, puede ser necesario afrontar la sostenibilidad y por otro potenciar factores como la innovación.
Estrategia reorientadora. Consiste en la la corrección, cambio y mejora de todo aquello que supone una debilidad para la organización. En este sentido, se trata de aprovechar las oportunidades provenientes del entorno y que las debilidades internas suponen una barrera de acceso a estas. También la eliminación de las debilidades producirán un mejor afrontamiento de las amenazas provenientes del exterior. Así, queda conformada la “C” del CAME.
Resultados
Mediante el uso de esta metodología estratégica, la organización se halla en posesión del conocimiento sobre:
- Cuales son sus potencialidades y puntos débiles.
- La eficacia y eficiencia que posee, de igual forma que percibe la imagen externa que transmite.
- Los problemas presentes y aquellos potencialmente de futuro y como afrontarlos.
- La mejor forma de optimizar los esfuerzos y las capacidades de los integrantes de la organización.
- Cuáles son las barreras a las que se enfrenta y como ha de afrontarlas.
- Cuál es el modo de utilizar sus virtudes y convertirlas en ventajas competitivas.
El CAME en el entorno sanitario
Cuando nos ponemos frente a un análisis de este tipo, debemos conocer que nos ofrece fotografías estáticas de la organización. Por tanto, en organizaciones de carácter dinámico y variable como es el sanitario, resulta conveniente mantener actualizados los resultados obtenidos de forma que se utilicen y aproveche toda la potencialidad de estas herramientas.
A modo de resumen final planteamos una serie de propuestas que pueden quedar incluidas dentro de cada uno de los apartados:
- Corregir:
- Mejoras en inversión, tecnologías y políticas de reposición.
- Presencia online.
- Aprendizaje continuo.
- Establecimiento de alianzas externas.
- Afrontar:
- Diferenciación.
- Innovación .
- Sostenibilidad.
- Mantener:
- Renovación de conocimiento.
- Cultura de orientación de seguridad, calidad y esfuerzo.
- Explotar:
- Nuevas características de organización.
- Nuevas características de servicio.
- Nuevas características de usuarios.
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